27/10/2016 Las Fallas y su nombre
A todas las expresiones de formas para ser quemadas, peleles, hogueras, antorchas, entablaos, .... se les conocía con el nombre de fallas.
Poco a poco, y con la evolución de los monumentos, comenzó a utilzarse ese termino para referirse exclusivamente a las piras que exibían un caracter satírico y mordaz, o sea, aquellas que sobre una base reflejaban los actos cotidianos que eran satirizados.
De hecho eran estas fallas la que generaban expectación cada año y provocaban la visita de las mismas para ver los temas expuestos y quien salía "retratado".
Estaban sustentadas por un armazón de madera, de forma cuadrangular, cubierto con estructuras que sujetaban lienzos pintados con los que además se ocultaban los trastos y materiales inflamables amontonados en la bases.
Los ninots que aparecían en la falla eran vestidos con telas y ropajes.
Además las fallas satíricas se completaban con hojas de versos que se colgaban, como carteles, sobre las paredes próximas o en la base de la falla. La misión de estos libelos era la de explicar los temas desarrollados en la falla dando una interpretación rimada de los temas representados.
03/10/2016 Las Fallas.Ubicación vs. Transformación
El propio fuego, que marca el fin de una falla y el nacimiento de la siguiente, fue el causante de donde debía ser colocadas.
Las primeras fallas fueron un conjunto de materiales inflamables y trastos viejos recogidos por los niños y jovenes de cada barrio. Estos se amontonaban a modo de pira junto a las casas.
Conforme las fallas fueron ganado en tamaño y escenificación el riesgo de incendio de las casas, por culpa del fuego que las consumía la noche del 18 de marzo, también fue creciendo.
En 1874 se redactó un Oficio dirigido al Corregidor de la ciudad de Valencia para que prohibiera la colocación de las fallas junto a las casas o donde las calles fueran demasiado estrechas.
A raiz de este Oficio la Guardia Urbana, que era la que desarrollaba las labores de prevención de incendios en la ciudad, se encargó de que los vecinos plantaran las fallas en plazas, calles anchas o cruces de calles.
Una medida tan lógica y sencilla como esta fue la causante de la mayor transformación en lo que hoy entendemos como monumentos falleros.
En unos primeros momentos las fallas conservaron su configuración horizontal en dos cuerpos cuya escena se situaba sobre un tablado, pero rápidamente empezó a cambiar el concepto ya que al separarlas de las pared se modificó la forma de sujetarlas y desaparecía el obstáculo que suponía la casa para desarrollar nuevas formas estructurales. Además podían ser vistas todas sus caras al andar alrededor de ellas.
Este cambio de ubicaciones trajo consigo nuevos conceptos creativos que obligaban a dar la vuelta a la falla para poder verla y apreciarla en su totalidad ya que había escenas y carteles por todos sus lados.
27/08/2016 El origen de las Fallas
En el siglo XVIII, en los albores de la fiesta de las fallas, estas no eran mas que otro acto a realizar con motivo de la festividad de San José, que tenía lugar, como hoy en día, el 19 de marzo.
El día 18, en algunas calles aparecían ninots junto a las casas. Estos aludían a noticias o personas relevantes del momento, sobre todo con la intención de exponer conductas inapropiadas.
Durante ese mismo día los niños y jovenes recorrían las casas del barrio con la intención de recoger trastos viejos, y todo lo que pudiese arder. A continuación todo ese material lo colocaban formando grandes pilas con ellos. A la pira que se creaba se le conocía con el nombre de falla.
Esa misma noche ninots y fallas eran consumidos por el fuego congregando a multitud de vecinos a su alrededor.
Al día siguiente, 19 de marzo, era costumbre que los carpinteros y los valencianos creyentes acudieran a sus parroquías para rendir culto y homenajear a su patrono San José.
Por las tardes en los hogares donde había Josés, Josefas, Pepes,..., que en Valencia eran muchos, se celebraba su santo con dulces y anis.
En definitiva, la gran fiesta que es a día de hoy Las Fallas tuvo su origen es una celebración popular que los valencianos disfrutaban con los vecinos de su barrio.